Turi II

Representa el momento de mayor y más intensa ocupación del pukara de Turi (Región de Antofagasta), cuando este efectivamente se alzó como un amplio recinto amurallado (1350-1560 d.C.). Hay presencia de metalurgia y de material lítico, y la cerámica se manifiesta como un componente heterogéneo en el que no faltan los tipos de la fase Turi I y además se incorporan tipos foráneos: Hedionda y Chilpe (del Altiplano Meridional Boliviano), Yura-Yavi (Puna Argentina), Saxamar y La Paya (incas provinciales), y formas incaicas en cerámica inca local. La arquitectura permite percibir la influencia de grupos altiplánicos, que instalaron sus chullpas en medio del pukara entre los siglos XIV y XV; en tanto, a mediados del siglo XV los incas ocuparon a su vez el sitio, removieron las chullpas, y en su lugar impusieron la imponente kallanca (estructura rectangular de adobe), administrativa y ritual, que aún hoy se conserva y que da cuenta de la apropiación física y simbólica de Turi por parte del imperio incaico.