Nota de aplicación
La cultura Wari se ubicaba cerca de Ayacucho, en la sierra sur del Perú. En su época de máxima expansión abarcó desde el norte de Cajamarca, hasta Arequipa, en el sur, y desde las tierras altas hasta la costa. Sus antecedentes locales más directos son de la cultura Warpa, que se desarrolló en la sierra de Ayacucho. También se benefició de los contactos iniciales con la cultura Nasca. Al igual que Tiwanaku, se piensa que muchos de los motivos chavinoides representados en la iconografía Wari pudieron haber sido introducidos por influencia de Pukara. El Imperio Wari se expandió mediante conquistas militares los que le permitió, hacia el año 650 d.C. alcanzar su máxima extensión de manera muy rápida, decayendo de la misma forma. La alfarería Wari se muestra como un crisol de tres distintos estilos. Muchos de sus diseños presentan semejanzas formales con los personajes de Tiwanaku y Pukara, tales como los chamanes alados o el "Personaje de los Cetros", mientras que las formas de las vasijas destacan por sus botellas de dos golletes que evocan la cultura Nasca. La cerámica era policroma y su acabado de superficie era muy pulido. Hay piezas policromas de grandes dimensiones y muy decoradas que, probablemente, tuvieron usos ceremoniales y demuestran el alto nivel técnico de los ceramistas, con una producción a gran escala. Los Wari también alcanzaron gran maestría en la elaboración de textiles, especialmente en telas policromas, brocados y dobles, así como el uso de plumas para el decorado.
Referencias bibliográficas
Ubicación jerarquica
Término(s) Alternativo(s)
Huari
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