Términos

Sitio cuyo nombre significa "Pungu Chuco" que en quechua es "puerta y sombrero".Julio C. Tello lo denominó Punkurí como se le conoce actualmente. Está ubicado en el distrito de Nepeña (cerca al Distrito de San Jacinto) en la Provincia del Santa, Departamento Ancas, Perú. Es una construcción de barro de cerca 3.000 m2 y 8 m de altura, a 260 m sobre el nivel del mar y en plena "chala" o costa. Se distingue de abajo hacia arriba, cuatro niveles superpuestos, hechas con adobes cónicos y tronco-cónicos al parecer los más antiguos adobes planos, convexos y de forma piramidal trunca. Elaborados de uno en uno, llegan a pesar hasta 20 kilos. Toda la superficie del Santuario, exhibe elaborados relieves polícromos y sus constructores siguieron el patrón arquitectónico del Centro Ceremonial de la Galgada hicieron uso de la planta cuadrada con esquinas curvas, para lograr una cámara o ambiente sagrado, con orientación al norte, lo que supone su estrecha relación con el sol, y tal vez, fines astronómicos. La sociedad que dió origen a Punkurí estuvo ligada al desarrollo socio-económico y cultural fue el que dominó la cultura Sechín, que desarrollaron construcciones de piedra y barro, llegando a la maestría en ambos materiales, y consolidaron la actividad agraria. Su datación aproximada lo sitúa 2200 a.C., y resulta destacable que esta construcción sea una "prueba" de la presencia de Chavín en la costa con una fuerte base agraria y una rica red de intercambio con las distintas zonas del área andina.

Estilo de arte rupestre adscrito a la Subregión del Salado (Región de Antofagasta) pero que tendría cierta correspondencia iconográfica con representaciones del Noroeste Argentino, y también con el Estilo Santa Bárbara del Sector del Alto Loa. Consiste principalmente en grabados de camélidos rectilíneos, de disposición estática, con gran economía de formas, de cuerpo rectangular o incluso unilineal; ocasionalmente se acompañan de antropomorfos y felinos, también realizados en un alto grado de esquematización. Se disponen en hileras o conjuntos homogéneos, emplazados, bien sobre bloques rocosos en laderas, o dentro del curso de una quebrada fluvial (como es el caso de Caspana). También se les puede apreciar en bloques de recintos arquitectónicos (como es el caso de Turi). Su adscripción cronológica-cultural se encuentra en discusión, pues, mientras algunos investigadores los relacionan directamente a la ocupación inca en Atacama (1450-1535 d.C.), otros plantean su pertenencia al Período Intermedio Tardío (950-1450 d.C.), aún cuando la población local pudo seguir realizando estas figuras al momento en que los incas llegaron a la región.

Fase propuesta para caracterizar a parte del Período Intermedio Tardío en el sector de Alto Loa (Región de Antofagasta). Comprende el lapso entre el 1200 y el 1300 d.C. Tendría correspondencia y relación fluida con Turi y San Pedro, durante la época en que estas áreas se desarrollaban, respectivamente, a partir de las fases locales Turi I y Yaye. En la alfarería, predominan las escudillas de tipo Dupont y, en menor medida, las de tipo Ayquina.También abarca la fase propuesta para caracterizar a parte del Periodo Intermedio Tardío en el sector de Alto Loa (Provincia del Loa, Región de Antofagasta, Chile) comprendiendo el lapso entre el 1300 y el 1470 d.C. A diferencia de la fase anterior, presenta una preeminencia de formas Ayquina por sobre Dupont, además de grandes vasijas restringidas de tipo rojo alisado. Quinchamale II corresponde a un patrón habitacional de aldeas aglutinadas, lo cual podría indicar relación o influencia por parte de los componentes altiplánicos que entonces habitaban en la subregión del Salado (fase Toconce).

Tabiques de la ruka,o habitación mapuche, confeccionados con varillas de coligüe.

La cultura Recuay se desarrolló en el valle superior del río Santa, cercano al extremo meridional del Callejón de Huaylas, en las tierras altas del norte de Perú. Los antecedentes de la cultura Recuay son variados. Se han hallado numerosas semejanzas, especialmente en los diseños y las formas de las vasijas de cerámica, con la cultura Chavín, que se desarrolló anteriormente en la misma región. Sin embargo, estas mismas características señalan también relaciones con las poblaciones Vicús y Gallinazo. El trabajo en piedra es considerado uno de los mayores logros Recuay, además de los complejos motivos arquitectónicos ornamentales se realizaban distintas piezas, como tazas con pedestal, algunas con paredes de dos milímetros de espesor y decoración en relieve, placas e, incluso, maquetas de edificaciones. También tallaban monolitos y esculturas de piedra con motivos como cabezas-trofeos, felinos, diseños animales míticos (felinos-serpientes), entre otros. Manejaban a la perfección tanto el bajorrelieve como el esculpido de piezas en volumen. En cerámica destacaron especialmente por el tipo de arcilla que utilizaron, el caolín, que es de las más finas y complejas de trabajar las que eran decoradas con pintura negativa, policromía o modelado, presentando motivos como felinos, aves, los así llamados "rostros felices", guerreros, cruces y otros. De particular relevancia son los textiles, cuyos complejos motivos están fuertemente vinculados con los que aparecen en las vasijas de cerámica.

Actos formales y prescritos que tienen lugar en un contexto de culto religioso. En términos antropológicos se usa  el término para denotar cualquier actividad con un alto grado de formalidad y un propósito no utilitario, que abarca además de lo religioso, eventos como festivales, desfiles, iniciaciones, juegos y salutaciones. En un sentido amplio, ritual, es todo acto expresivo de la actividad humana, básicamente explica y dramatiza la mitología de cada cultura. Asimismo el ritual contiene en sí mismo un caudal de información simbólica acerca de los mundos sociales y culturales de los participantes.

Parte componente del arco Yamana, en particular la cuerda.

Tendencia estilística de alfarería que habría irradiado desde San Pedro de Atacama hasta la costa de la región de Antofagasta, Chil, hasta Tal-Tal. Se le identifica con el Período Clásico del desarrollo atacameño, entre el 300 y el 1000 d.C., coincidente con un momento histórico de fluidas relaciones e influencia de la cultura Tiwanaku. Consiste en una cerámica fina de tonalidades que van desde el gris al negro pulido, llegando hasta el bruñido. Sus formas más características son pequeños cilindros, escudillas, ollas, cuencos, y botellones modelados de forma humanizada, con gran expresividad en la representación de sus rostros.

Estudios generados en años recientes permitieron subdividir el estilo de arte rupestre Santa Bárbara (Región de Antofagasta) en dos unidades distintas, Santa Bárbara I y Santa Bárbara II. El primero está compuesto por grabados –ya sea de cuerpo lleno o de líneas incisas-, y sus motivos iconográficos más recurrentes son el antropomorfo esquemático o escutiforme, el antropomorfo sencillo y sin atavíos, los camélidos esquemáticos (simples, con cría o en hilera), felinos y diseños geométricos. Se localiza preferentemente en bloques pequeños, y prácticamente no presenta superposición con otros estilos. Se encontraría directamente asociado al tráfico de caravanas durante el Período Intermedio Tardío (1000-1450 d.C.).

Cántaro mapuche con forma de chancho (cerdo)